lunes, 22 de abril de 2013

El Veneno como arma...



Antes, el veneno era la primera elección del asesino debido al sigilo con el que se podía administrar y la dificultad en relacionar al homicida con la víctima. Todavía existe una amplia gama de venenos que confunde a los forenses, ya que los síntomas físicos resultantes son sumamente parecidos a los de ciertas enfermedades mortales. Sin embargo, estos productos químicos no se encuentran fácilmente en el mercado y, por lo tanto, las personas que los usan suelen ser profesionales de la medicina o de la farmacología que están habitualmente en contacto con estas sustancias.

El veneno en accidentes y suicidios

Los ácidos minerales potentes, como los ácidos clorhídrico, sulfúrico, nítricos, y los ácidos alcalinos como la sosa cáustica y la potasa cáustica son venenos de detección demasiado fácil como para ser usados con intenciones criminales.

Muchos suicidas usan medicamentos comunes, como la aspirina, en dosis muy elevadas. El estómago transforma la aspirina en ácido acético y ácido salicílico; el suicida se queda sin conocimiento antes de morir. Otros venenos causantes de muertes accidentales son los desinfectantes como el lisol y el fenol, ambos corrosivos; el ácido oxálico priva a la sangre de calcio. El metacetaldehído, producto usado en las mezclas para erradicar a las babosas, ingerido oralmente produce calambres, alucinaciones, temblores en los brazos y piernas, coma y muerte por fallo cardiaco en unos días.

Uno de los venenos que ha causado más muertes accidentales es el monóxido de carbono, generado por aparatos de gas defectuosos. Como vemos, las causas posibles son muchas, más que cuando la muerte ha sido causada por un arma. Para el forense, el aspecto exterior de la víctima revela suficientes pistas para determinar la causa de la muerte, como enrojecimiento de la piel y órganos, monóxido en los pulmones, etc. Pero hay venenos que se confunden muy fácilmente con las causas naturales, como la cicuta o la aconitina. Por suerte, la ciencia y la tecnología está avanzando a pasos agigantados y los análisis y el rastreo de obtención de sustancias extrañas son cada vez más determinantes. 

Pasa desapercibido y no mancha. Una de las "armas" más utilizadas por las mujeres es el veneno. La última que se une a la lista de estas damas de la "sutileza" es la presunta envenenadora de Peñíscola (Castelló), quien habría suministrado hace una semana pequeñas dosis de una sustancia tóxica a su pareja sentimental en la bebida hasta acabar con su vida. Hay amores que matan.

Como ocurrió en Valencia en el año 2009. Fue él quien la mató a bastonazos, aunque el motivo fue, según dijo el acusado, porque creía que su mujer quería envenenarlo. Quizás se empecinó en tal idea porque escuchó del caso de Novelda (Alicante), dos años antes. Una mujer le preparó a su marido un vaso de leche bien caliente... con 40 pastillas para la diabetes. No lo mató, pero desde luego estuvo a punto. Ella confesó y, de hecho, aseguró que prefería pudrirse en la cárcel antes de seguir sufriendo malos tratos psicológicos.

También en el año 2007, otro caso saltó a la palestra, aunque esta vez le tocó a Ciudad Real. Pero, de nuevo, una mujer fue acusada de dar muerte a su esposo dándole gato por liebre en la bebida. En 2004, una valenciana afincada en Melilla intoxicó a toda su familia -marido y dos hijos- porque, según explicó, él iba a abandonarla llevándose a los pequeños, entre ellos a un bebé de cinco meses, a quien su madre le suministró Colme.

Matahormigas para desayunar y merendar. Con esto envenenó a su esposo una vecina de Valencia en 2000. "Quería adormecerlo para que no supiera los problemas económicos", dijo. Después de todo, el hombre intoxicado, que no murió, la perdonó.Que tal???

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